lunes, 25 de noviembre de 2019

Perversos








Perversos

Relatos

Dividido en cinco relatos, este libro retrata muy bien las distintas perversiones de la sociedad contemporánea. Con un ritmo trepidante y un lenguaje directo, el lector se enfrenta, de entrada, con cinco historias que le enrostran la violencia institucional y emocional incubadas en una posmodernidad cada vez más atroz.

El título del libro proviene del primer relato, Perversos. Le siguen La cueva de Floyd, Conversación con salmones blancos, Amores santos y El fiscal asesino. En una verdadera copulación de géneros (teatro dentro del teatro en Conversación con salmones blancos, relatos dentro del relato, etc.) y con personajes que provienen de la calle, de la iglesia Católica o del circuito judicial capitalino, el autor desnuda la doble moral y la inmundicia que se ceba en las instituciones y los hoyos negros de la ciudad.

Al duro y sin guantes (“relatos salvajes” los denomina el autor) y dentro de ese registro que muchos, tal vez un tanto descaminados, llaman realismo sucio enmarcado en relatos negros o policiacos, Desinach demuestra, sin pudor, que la literatura está hecha con vísceras y líquidos vitales: Pablo Morfo camina entre lujuria y crimen; un sacerdote se explaya en el masoquismo con Raquel, un trans que pasa de varón a mujer y que fuera sodomizado por aquel; una oficinista es sometida a los bajos instintos de un fiscal de la República, criminal confeso.

Todo lo anterior transita por sitios comunes de la ciudad (sodas, restaurantes chinos, bares, oficinas burocráticas, moteles, etc.) y con personajes corrientes (parteras, estudiantes, oficinistas, sacerdotes, fiscales…). Por supuesto, esa aparente realidad esconde los bajos fondos de la ciudad donde se cometen los más atroces crímenes y se desnudan las vivencias perversas de personajes que se presentan como “ciudadanos decentes”, pero en privado dan rienda suelta a sus más salvajes instintos. Todo ello con el corte de líneas de droga y de cruces y cocteles alcohólicos.

Lo que llama la atención es el punto vista de una narrador omnisciente que a veces se torna protagónico y, sin decir agua va y con cámara al hombro, pasa de una situación a otra con una literalidad y linealidad de tiempos y espacios pasmosos, sometidos a su prolífica y alucinante visión de auténtico cuentahistorias. He aquí un realismo tropical que bien podríamos denominar como sucio a la tica.

Faustino Desinach, desde su largo oficio de fotógrafo, nos presenta cinco cortos cinematográficos de una realidad episódica y trepidante donde del poder, el sexo y el crimen adquieren notoriedad abrazados en la danza macabra de una época signada por el mercado y la lascivia de la oferta y la demanda. Es decir, en una sociedad global y periférica donde todo se corrompe, porque todo, absolutamente todo, se convierte en mercancía.

Adriano Corrales Arias

http://semanariouniversidad.ucr.cr/suplementos/relatos-salvajes/


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