Los escritores Sergio Ramírez Mercado - Faustino Desinach
Balada
Clandestina
La
balada, de transmisión oral, era una composición muy antigua usada por los juglares en la época medieval y
que, con un lenguaje muy sencillo, narraba a historia de gente común y
corriente: presentaba acción dramática, diálogos, amor, dolor y emociones.
Balada
clandestina, la balada secreta del fotógrafo, poeta y narrador Faustino
Desinach, comienza con una interpelación al público al más puro estilo
juglaresco y no abandonará este tono a lo largo de las veintidós historias que
constituyen el libro, en las que el dramatismo, el amor, el dolor, las
emociones, se desbordarán hasta situar a la obra dentro de ese denominado
realismo sucio cuyo padre –señalado así por Bukowski-, allá por los años 30,
fue el escritor John Fante.
En Balada clandestina la acción se
nos presenta como si sucediera delante nuestro, una serie de fotografías en las
que será el ojo del lector - y no la cámara-
quién deba construir la historia, hermanado, así, el relato con la
Historia del Ojo de Bataille.
Porque Desinach nos regala sus historias
cotidianas sin cerrar, con un lenguaje sencillo y un mínimo de recursos estilísticos,
influidas por el realismo sucio de factura norteamericana; la obra cuenta,
además, con la originalidad del mundo que refleja y en el cual se ubican los
relatos: un país de la América latina donde las raíces indígenas permanecen
bien presentes. El ámbito mágico que trae consigo la lluvia, por ejemplo, rinde
tributo a la herencia hispanoamericana.
El amor en la distancia de Vinicio
y Berenice –una unión ancestral que se vive en presente-, los “siete muertos”
que acompañan al protagonista, los niños abandonados, el cementerio, Sor María
Romero, las prostitutas adolescentes, un
clérigo travestido, varios sicarios, la fotografía de la madre, el policía
proxeneta, Beatrice, dos cocodrilos, la coca, la guija, el océano Pacífico como
bello mar de fondo, los profanadores de tumbas, los sueños de Vinicio del Gato,
los fotógrafos de la playa, el asesinato de la “Tía Mala” a manos de dos
menores, el pastor que frecuenta prostitutas de doce años, la toma de París,
Madeleine…
...
todo ello va cobrando forma en las páginas de forma sencilla y directa,
salpicado por la peculiar sintaxis del protagonista y también narrador de la
mayoría de las historias: Vinicio del Gato que, con su gorra de pelotero y sus
seis dedos en cada pie, encarna simbólicamente las dos Américas y encadena al
realismo sucio con el realismo mágico. Faustino Desinach siempre ha dicho que
su relación con la fotografía es de absoluta fidelidad, mientras que su
relación con la escritura es como la de una amante. Fidelidad y pasión:
precisamente eso, es lo que el lector encontrará en esta Balada clandestina.
Montserrat
Doucet
En
Aranjuez Madrid, España , 10 de marzo de 2011
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